Voy a deciros algo, que poco me gustan los <<anglicismos>> ¿Dropshipping? y porque no decir <<tú lo vendes, yo tengo el producto, lo empaqueto, lo envío y tú ganas dinero con mi trabajo>> queda un poco largo, pues eso, ...eso es el Dropshipping, o eso pretende ser. Pero no nos quedemos solo con <<tú ganas dinero con mi trabajo>>.
En una definición algo más convencional. el Dropshipping (el envío al punto) es un método de entrega del producto en el que el vendedor (nosotros) acepta el pago de un pedido, pero el cliente recibe el producto directamente desde el fabricante o mayorista. Este sistema es una de las modalidades de Comercio Electrónico con más auge en los últimos tiempos y posiblemente beneficioso para las pequeñas tiendas minoristas, tiendas de Internet y aquellas que principalmente utilizan catálogos para las ventas.
Una de las grandes ventajas de este sistema, es precisamente no tener que almacenar ni invertir en grandes cantidades de productos en stock, con las ventajas que esto nos trae (no necesidad de almacén, ni mantenimientos físicos ni logísticos).
¿Es esto posible? Sí, rotundamente sí, con las herramientas tecnológicas que hoy están a nuestra disposición, hacer Dropshipping es absolutamente viable (otra cosa es hacerlo rentable y convertirlo en una posibilidad laboral y profesional). Es tan simple como instalar una tienda virtual (por ejemplo PrestaShop) y sincronizar vía ficheros csv con el catálogo de nuestro proveedor (casi nada ¿no?) y los mas atractivo, es prácticamente gratis.
Pero como todo en la vida, es necesario de un esfuerzo adicional, no solamente es buscar un buen proveedor de productos para Dropshipping (que es tarea imprescindible), que además nos facilite un buen catálogo de producto, que estos no estén saturados en el mercado de internet y sean lo suficientemente atractivos para llegar al gran público. Es imprescindible un buen trabajo de posicionamiento en buscadores y redes sociales, confianza online, atención inmediata de las cuestiones que nos planteen nuestros futuros compradores (pre-venta), seguimiento de los pedidos hasta su resolución final y luego una atención post-venta personalizada de satisfacción de nuestros compradores.
La empresa con la que llegues a un acuerdo, será la encargada de realizar los envíos, facturar, devoluciones etc… Tu cometido será únicamente (y no es poco), llegar a un público para que compre en tu portal. El resto del proceso de compra será a cargo de la empresa distribuidora. En cualquier caso, es una manera muy efectiva de iniciar tu negocio, pero no olvides nunca, diferenciarte y aportar algo que haga que el potencial cliente te elija a ti y no a una de las miles de tiendas online que seguro encontrarán, es una tarea imprescindible y no banal.
Dicho esto, no pensemos que es oro todo lo que reluce, aunque la inversión en principio parezca pequeña, hay que tener en cuenta que ni siquiera la recuperemos, si no somos capaces de hacer un trabajo de marketing digital adecuado a las nuevas tendencias en Internet. Aun así ánimo en el empeño.
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